Campos de Fresas, Jordi Sierra i Fabra

¡Hola, gente! ¿Cómo están? Les traigo una reseña, hace bastante que no traigo una por acá. Y otra vez, me saca de una especie de estanque/casi-bloqueo lector una novela de la biblio, cada día amo más este lugar. Esa va a ser una de las pocas cosas que voy a extrañar de la secundaria.
No saben la gran cantidad de libros que hay, de toda índole. Es hermoso ir a nuestras bibliotecas. ¡¡Gracias, CFK!!

SINOPSIS
Amanece. En un hospital, Luciana está en coma. ¿El motivo? Una descompensación debida al consumo de una pastilla de éxtasis, la droga de diseño que está de moda. Sus amigos, su novio, sus padres, la policía y un periodista intentarán encontrar a quien le vendió la sustancia, mientras los médicos tratan de salvarla.

OPINIÓN PERSONAL

 ¿Les suena de algo el título? Admito que a mi no me sonaba naaada de nada pese a que soy muy fan de la banda que lo hace. "Campos de fresas" está enmarcada en la canción de The Beatles "Strawberry fields", una de las más bellas con las que todxs hemos cantado a pleno pulmón al menos una vez. Les juro que hasta que no abrí y leí la dedicación y la cita, no lo relacioné. Es más di de plena casualidad con el texto.
 Si es que les sonaba pero no era por eso, puede ser que lo hayan leído como lectura obligatoria en la secundaria hace unos años. Me parece muy bueno que se haya introducido en la currícula del secundario. Es un libro clave para que lxs adolescentes en esta etapa, no tanto por la calidad ni por la pluma, sino por la temática y la mediana duración.  Pocxs acostumbran leer y este tipo de literatura que no se anda con rodeos, que no estupidiza a los personajes para que entren mejor en determinados cánones y que habla sin pelos en la lengua, son fundamentales para nuestro crecimiento. Acá nos vamos a encontrar con Loreto, una chica bulimica, con Luciana, jugando con la muerte a causa de las drogas, a Poli el vendedor/ "camello", al problemático avance de las drogas de diseño y el desconocimiento de los médicos cada vez que se presenta una nueva, entre otras problemáticas sociales. Todo esto sin extenderse más de unas 150 páginas, tratando con las palabras contadas y justas todos los temas

 Para mí esto es una especie de Si decido quedarme mucho más profundo y mucho más movilizador, con un sentido mayor para ser contado. Como vieron en la sinopsis, nos vemos también frente a una chica en coma, en SDQ es por accidente de coches donde la chica se queda sin su familia más cercana, acá es por haber consumido una droga de diseño que le terminó cayendo fatal a la pobre chica. Lxs amigxs, que también la habían consumido, se desesperan y la internan cuando ven que tiene síntomas feos y que el golpe de calor no es normal. Ella necesita decidir si se deja ir a los campos de paz o si decide volver con el cariño de sus seres queridos, sufriendo todos los dolores de su cuerpo. En su momento, lo que más me gustó de SDQ(además de que me gustara el personaje masculino, palm face épica) era que Forman había introducido la voz de la chica que estaba en coma, y que, con eso, yo haya podido descubrir que muchos de los que salieron de estados iguales/similares hayan dicho y reconocido poder escuchar/sentir a lxs que estaban haciéndoles compañía. En Campos de fresas también tenemos como narradora a la chica que está en coma, pero con una peculiaridad: además de que otros también cuentan la historia, cada capítulo se abre con un movimiento de un partido de ajedrez. Cada trozo de la historia, cada movimiento de todos los narradores resulta en una partida de 94 movimientos, donde ambxs jugadores son muy buenos. Luciana era una muy buena jugadora de ajedrez así que este "baile con la muerte" para ella no fue tanto un baile, fue un partido.
"Me toca mover. Pasa el tiempo y la partida está en tablas. Pero me toca mover. Mi rival acaba de lanzar un ataque sobre las posiciones de mi rey y mi reina. Es una situación comprometida. Debo hacerlo. Puedo sacrificar una torre para escapar, o meditar detenidamente mi ataque, lanzando el caballo sobre su alfil. ¿Y ese peón? Cuidado. Mi rival es bueno. Es el mejor que he tenido nunca. 
Porque ahora sé cómo es. Sé quién es. Le he visto la cara.
Mi rival es la muerte y juega a ganar." 

 Creo que hubiera podido disfrutar mucho más de la historia si hubiera conocido más sobre el ajedrez. Con las cosas básicas que sé no me alcanzó para seguir el recurso narrativo de la partida pero es algo muy original y muy copado. En dos o tres partes la protagonista habla sobre la estrategia y más o menos explica  algún movimiento. Esta es la parte más linda de la novela. Recomiendo especialmente su lectura si saben jugar ajedrez, les interesa o están aprendiendo. Es RE interesante.


 Un punto muy rico también es el de los narradores, ya que tiene a Luciana, a su novio, a la hermana, al que les vendió la pastilla-que no llega a ser tranza, está muy abajo en la cadena-, el inspector, un periodista, Loreto(su amiga bulimica) y los tres otrxs amigxs. Algo de eso les comentaba arriba, pero de verdad que está muy bueno que la  historia gire sobre la trama y que se vaya construyendo y que se vaya viendo lo que es la red en la que todos los seres vivos estamos en un hecho puntual.

 Los personajes, igual, están mal caracterizados pero no es algo que moleste o que se haga insoportable. Con esto quiero decir que lxs chicxs  parecen adolescentes cuando el autor está pensando en otra cosa y se olvida de medir cada palabra y forzar un discurso, pero sino pareciera como si fueran viejos.Y sí, también pasa al revés, algunxs adultxs toman una voz de "adolescentes" para poder ganarse el apego del lector, que por el sello(sm- Gran angular) está destinado a adolescentes de 14 a 18 años más o menos. La verdad que yo con este tipo de clasificación estoy en desacuerdo, pero vamos a dejar eso para hablarlo otro día.


¡Nos leemos!











Escrito Propio #2: Futuro por pasado

Un anuncio preliminar(que no tiene casi nada que ver): estoy ultra encapsulada con otros proyectos que reduje increíblemente mis tiempos de lectura, por eso no están viendo por acá muchas reseñas, la verdad. Voy a tratar de hacer una entrada sobre Operación Masacre, mi lectura actual, cuando lo termine. Es increíble el análisis que voy teniendo mientra lo leo.  Dentro de un poquito(Bah, cuando  esto se esté publicando)  voy a cursar un taller de escritura creativa muy bonito para poder ver hasta dónde pueden florecer mis habilidades(? No sé, también va a influir esto de tener una periodicidad  y un ritmo. Yo divago banda, entonces tener horarios y bloques me re ayuda para realizar proyectos y metas.

Creo que este es el tercer escrito que publico por estos lares, tenía ganas de subir algo como esto. Debo de admitir que hay algunas cosas que no me cierran del todo pero creo que es cuestión de practica y de tiempo. Así que lo que van a leer es la versión que tengo hasta la fecha.

 El texto/cuento breve nace de la noticia de la baja en la matrícula de mi colegio(uno monstruo, tipo cursamos como 2500 personas), muchxs se tuvieron que cambiar de turno o incluso, en los peores casos, dejaron el colegio para irse a trabajar. El año pasado había sucedido algo parecido pero fueron muchos menos, les juro que fue drástica la baja. Escuchar eso en la reunión plenaria me sumió en una profunda tristeza. Mi secundaria era una de las muchas de las que iban/van a sufrir el cierre de la sec. para adultos, el FINES. Pongo la barra en el tiempo verbal porque todavía eso se está debatiendo... No sé a ustedes, pero a mi me re moviliza que un montón pierdan el derecho de estudiar. Me moviliza, me entristece y me enoja. Todo al mismo tiempo. La educación NO es negociable y tampoco se debe recortar.







Futuro por pasado


 Escucho el chirrido de las sillas, ¿lo recordás? Cambió, es diferente. Veo los pasillos cada vez menos intervenidos, cada vez más ajenos, ¿los recordás? ¿Podés recordar también el poluleo de los soñadores en el horario de cursada? Ya no es como antes, acá hay algo que no es nuevo porque tiene mucho olor a viejo, a algo que ya sufrimos.

 Recuerdo en los ojos la alegría, muchos destellos de corazones abiertos y brillos como los que trae el progreso. Tengo que decírtelo: ya no los veo. Sí, ya sé que hay corazones abiertos, alegría y algún que otro progreso, pero no es lo mismo: acá eso no vibra en todos los corazones ni se muestra en todos los ojos, menos continuamente, menos aún todos al mismo tiempo. Me encantaba recorrer los pasillos y encontrar que todos los ojos estaban brillando y emanaban esos tres condimentos fundamentales: progreso, corazón abierto y alegría.

 ¿Qué pasó que perdimos todo eso? ¿Qué pasó con las sillas que ya no chirrean, con los pasillos que se volvieron ajenos? ¿Y qué pasó con la alegría? Que no nos la quiten, que no terminen de hacerlo. ¿Qué pasó con todas las otras cosas? El bullicio feliz de los intermedios, la música compartida que salía de los equipos y de los corazones. ¿Qué pasó con todo eso? Compañeros, nos han robado a mano armada y no están ni presos ni muertos. Nos han robado la alegría y nos han robado el futuro, pero ni siquiera tienen sanción. ¿Media falta? ¿Amonestación? ¿Llamado de atención? Nada, ni un poco.

 A nosotros nos encarcelan, nos llevan si hacemos robos nimios comparados con los que hacen ellos. Si llegamos tarde a una clase, nos pasan media falta, pero si ellos llegan tarde a una paritaria, no pasa nada. Si insultamos, nos amonestan, pero a ellos ¿quién los amonesta cuando nos insultan la dignidad? Exacto, nadie. Y cuando de todo esto nos damos cuenta, ¿qué más queda? Un llamado de atención, algo masivo donde el pueblo esté. Y eso ni siquiera funciona porque lejos de ser escuchados, nos declaran sin voz ni voto. En este momento somos subversivos, y entonces, en vez de palabras y diálogos, llegan gritos, pero son de terror y son nuestros porque llegan camiones, motos y palos que no reprimen las mentiras ni las  traiciones, nos reprimen los cuerpos, los sueños y las voces.
 No, definitivamente nada es lo mismo. Todo cambió cuando de a poco se fueron vaciando las sillas a mi lado y ya no se sintieron ni las alegrías ni los chirridos ni los bullicios.

 De a poco, nuestras escuelas se fueron vaciando por necesidades insatisfechas que a la larga nos entierran el futuro.  Sueños hechos trizas. Sueños muy altos que se fundieron en una pila de platos. Sueños que se drenaron en alcohol de la misma forma en la que se está drenando nuestra educación.

Acá se respira pasado. Se huele el granero, pero ¡ojo! No cualquiera: el granero del mundo. Porque si algo bueno hay en todo esto, es que, finalmente, a pesar de todo, como anhelamos desde hace tiempo, volvimos al mundo: vendemos hasta nuestros limones… Ah, no, pará:  eso tampoco. 





Espero que les haya gustado.
Nati
<3


LEA

Todo el contenido de este blog pertenece a Natalia Bocija©. Todos los derechos reservados. Con tecnología de Blogger.

Estoy en...

Estoy en...

Reto de Lectura

2020 Reading Challenge

2020 Reading Challenge
Naty has read 9 books toward her goal of 15 books.
hide

Tiempo en la blogosfera

Daisypath Vacation tickers